Preguntas Frecuentes

Frecuentemente nos vemos invadidos por millones y millones de preguntas, que vienen y se van, a veces siendo contestadas, a veces sin respuestas, pero se encargan de pasar y dejarnos varias dudas en el camino.

Como todo en la vida existen de diferentes tipos, por ejemplo tenemos:

Las existenciales- ¿Por qué a mi?, ¿Qué hice mal? ¿Me lo merezco? ¿Quién soy? ¿Lo lograre?.

Las dramáticas- ¿Por qué nadie me quiere? ¿Por qué me cuesta tanto encontrar al indicado? ¿Encontrare a alguien qué realmente se interese por mi?.

Las dolorosas- ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué si todos me dicen que me merezco lo mejor,  estoy mas sola que el uno? ¿Por qué me vuelvo a enamorar una y otra vez de los mismos pelotudos? ¿Por qué me engañan? ¿Por qué me proyecto con cada chico que me gusta? ¿Todos los hombre son iguales, o yo siempre me enamoro de los mismos? .

Las destinadas a alguien- ¿Por qué no dejo de pensarte? ¿Por qué te fuiste? ¿Dónde quedo el amor qué teníamos? ¿Dónde quedaron nuestros proyectos juntos? ¿Pensaras en mi? ¿Ya me habrás olvidado? 

Las que conllevan celos ¿Y esa quién es? ¿La querrá mas que a mi? ¿Me habrá olvidado con ella? ¿Será feliz? ¿Le gustara más ella que yo?. 

Las dudosas- ¿Cuándo se nos fue el amor? ¿Cuándo pasaste de ser todo a no ser nadie? ¿Cómo eras lo mejor del mundo y ahora encabezas la lista de los idiotas? ¿Cómo hago para no llorar? ¿Cómo hago para dejar todo atrás?.

Las del  futuro- ¿Podré  volver a amar? ¿Encontrare lo que busco? ¿Comeré perdices? ¿Seré madre? ¿Me casare? ¿Trabajare en lo que quiero? ¿Podré ser feliz? ¿Seguiré tropezando con la misma piedra? ¿Me valoraran? ¿Podre educar mejor de lo que hicieron conmigo? ¿Me amare siempre?.

Las de arrepentimiento- ¿Cómo pude enamorarme de ti? ¿Cómo pude darte todo? ¿Cómo pude confiar? ¿Por qué no le di una oportunidad al chico que me busco?.

Las frecuentes- ¿Qué es lo que quiero? ¿Cuáles son mis metas? ¿Sabré que debo hacer? ¿Y si me equivoco? ¿Y si sale bien? ¿Estaré acompañada siempre? ¿Y si me siento sola?¿Por qué lo hice? ¿Cómo fui tan idiota? ¿Por qué no pensé en mi? ¿Qué debo hacer?

Existen muchísimas preguntas que nos persiguen, que llevamos con nosotros a todos lados, a veces de a ratos a veces durante mucho tiempo, en algunas encontramos respuestas, pero en otras quizás nunca las sabremos, hay otras que olvidamos o dejamos pasar, pero a medida que pasa el tiempo y logramos encontrar respuestas, las preguntas cambian, generandonos una nueva incógnita, y de eso se trata la vida de preguntar y repreguntarnos cosas, situaciones, si tuviéramos todas las respuestas, no tendría sentido cuestionarnos nada, si lo hacemos es porque hay algo en nosotros, algo interno que hace un click, que necesita saber, que nos hace dudar.

Esa duda es la que nos hace cuestionarnos, y ese cuestionamiento hace que necesitemos saber, y esa necesidad de saber conlleva un riesgo, y para arriesgarnos debemos animarnos, y luego de toda esa cadena pueden haber dos posibilidades, por un lado que lleguemos a la respuesta, que la misma nos hace entender muchas cosas, nos hace sentir que hicimos bien, que fuimos por el camino correcto, pero también existe la posibilidad de que nunca lleguemos a encontrar la respuesta buscada o encontremos una equivocada, y si pasa esto, si erramos, si salimos dolidos, tarde o temprano entenderemos que eso debió pasar, para haber aprendido, porque todo dolor tiene su aprendizaje, y quizás esas preguntas no necesitan respuestas, o por lo menos no en este momento.

A veces basta solo una pregunta para que nuestro mundo se movilice por completo, o están las preguntas que otros nos hacen que nos muestran un camino diferente, y de eso se trata, si todo fuera fácil,  si no existieran las preguntas, o si todas las preguntas tuvieran respuestas, no tendría sentido nada.

Sigamos preguntándonos y repreguntandonos situaciones, cosas, ¿Les parece?

Un beso grande

Paloma ♥