domingo, 13 de mayo de 2012

El reino del revés


En el reino del revés suceden cosas difíciles de entender, cosas inexplicables. Arriba es abajo, mucho es poco, bueno es malo. Ese reino que parece salido de algún mundo de fantasía, no es tan distinto a la realidad en la que vivimos. En donde las personas más bondadosas, son las que más sufren. Donde lo más obvio, es lo más difícil de ver. Donde sonreímos cuando en realidad queremos llorar. Nos fortalecemos cuando nos encontramos más frágiles que nunca. Donde incluso rodeados de gente, nos sentimos inmensamente solos.

A veces hace falta conseguir todo aquello que pensábamos necesario, para darnos cuenta que lo elemental está en otra parte. Podemos pasar toda una vida buscando la felicidad, para al final darnos cuenta que siempre estuvo a nuestro lado y en nosotros mismos.
Nuestro corazón puede sentir cosas que nuestro cerebro no entiende. Y al final el corazón gane o pierda, siempre tiene la última palabra. Buscamos lo que no se puede buscar, sólo encontrar. Forzamos lo que tiene que darse naturalmente. Nos hacemos preguntas que sabemos no tienen respuesta. Nos entristecemos por personas que al final del día, no valen la pena. 

Las personas más hermosas son las que muchas veces se sienten menos. Y no hablo de belleza externa, hablo de esa belleza verdadera. Esa belleza que vence el pasar del tiempo y las vicisitudes de la vida. La vida pone a prueba día a día a las personas más bondadosas. Con cada prueba uno se vuelve más agradecido por lo que tiene. Empieza a ver qué es lo realmente importante, qué es lo que realmente nos tiene que preocupar y quiénes son merecedores de nuestras lágrimas.

Nuestra propia vida por momentos parece el reino del revés. Todo lo que alguna vez nos hizo sentir seguros, hoy nos hace cuestionarnos hasta lo más pequeño. Todo aquello que parecía tan simple, hoy no lo entendemos. Muchas de esas personas que pensamos que siempre estarían, ya no están a nuestro lado. Quizás es inevitable sentir ese tambaleo, esa duda que nos acecha y no nos deja dormir. Pero hay algo que no tenemos que olvidar. El mundo puede ser injusto por momentos, puede incluso parecerse demasiado al reino del revés. Pero nosotros podemos superar eso y más. Nuestra esencia y nuestras creencias no tienen por qué cambiar. Ni por los golpes y tropiezos de la vida, ni porque alguien nos critique. Si cambiamos, será porque aprendimos. Porque crecimos como personas, no para satisfacer a alguien más.

Somos los únicos que podemos dar vuelta nuestra vida. Enderezar nuestro reino del revés. Quizás la vida sea un poco injusta, pero nosotros podemos cada día ser un poco más justos con nosotros mismos. Permitirnos ser lo que queremos ser, poner en palabras lo que queremos transmitir, hablar con quién queremos hablar, besar a quien queremos besar, arriesgarnos cuando queremos intentar, buscar cuando queremos encontrar, estar dispuestos a recibir cuando queremos amor, exigir lo que creemos merecer, no quedarnos en el molde… no temer a las consecuencias.

Propongo que hagamos día a día un poco más justo nuestro reino del revés. Empecemos por nosotros mismos.
“Somos dueños de nuestro destino. Somos capitanes de nuestra alma.”

¡Un abrazo grande!
Gigi


4 comentarios:

  1. me encantoo !! que lindo leer esto por la mañana
    dan ganas y fuerzas para cambiar todo lo que no este muy bien .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que lindo lo que decís :)
      Me alegra muchísimo darles ánimo.
      Te mando un beso!

      Eliminar
  2. Geniaaaaaaal..!!! muy hermosa nota!

    ResponderEliminar