Mis queridas, les dejo esta nota la cual fue una inspiración que me vino un dia de profundo dolor…espero que les guste…
Existen esos días en los que pasamos mal, recordando esos momentos que desearíamos con todo nuestro corazón poder vivirlos nuevamente, o quizás solo pensar que es un mal sueño del que despertaremos y todo quedara en el olvido.
Pero no es así, la cruda realidad del dolor nos enfrenta, y nos hace sentirnos desprotegidos, solos, con ganas de tener amnesia de lo que paso.
En ese esos días pensamos si merecemos estar así, o si tan solo es un aprendizaje más que la vida nos quiere dar, y esta es la mejor manera de aprenderlo.
Recordamos con nostalgia ese tiempo, en el que una sonrisa se veía reflejada en nuestro rostro, ahora vemos ese acontecimiento muy lejano, como si tal vez solo hubiera sido un invento de nuestra mente.
Cada persona tiene su manera de vivir su dolor, algunas prefieren encerrarse y llorar y llorar hasta que no queden mas lagrimas por derramar, otras buscan realizar actividades para distraerse y por lo menos por un periodo olvidarse de lo que ha pasado, otras buscan un consuelo en los demás. No importa de qué manera pero hay que sacarse ese dolor de adentro para que no se acumule, porque luego te hace explotar y no esta bueno.
A veces contamos con la ayuda de nuestros amigos, que están allí para levantarnos el ánimo, y mostrarnos otra perspectiva de nuestros pensamientos(cosa que hacemos cuando ellos se encuentran mal, pero que olvidamos llevarlo a la practica con nosotros mismos) o quizás darnos un abrazo consolador, donde no es necesario decir nada..
Sin embargo aunque contemos con esa esplendida compañía, a veces nos sentimos más solos que nunca. En esos momentos es cuando nos taladramos mas la cabeza intentando buscar una posible solución o pensando que ya no tiene remedio, que solo un milagro podría salvarnos, y lo soñamos y soñamos que todo va a cambiar, que volveremos a tener esa sonrisa en el rostro la cual ahora encontramos muy distante.
Antes de acostarnos cada noche pensamos que el dia nuevo que vendrá sera mejor, en el cual sabremos al fin como debemos actuar.
Y como si el dolor fuera un objeto lo depositamos al costado de nuestra cama, para poder meternos en el mundo de los sueños, en donde todo es posible, a veces nos cuesta entrar en él, pero de a poco nos vamos sumergiendo.
Cuando logramos entrar parece como si nada pasara, podemos soñar con el problema, ya que todo el tiempo está allí, como una molesta piedra en el zapato, o quizás logremos que el dolor repose a nuestro lado para que nuestra mente indague en otros contenidos.
Pero al salir de ese mundo en el cual estamos inconscientes de la realidad, el dolor que se encontraba reposando a nuestro lado, se nos mete nuevamente por nuestros ojos para recordarnos que está allí y que todavía no se ha ido.
Pueden haber dos maneras de que se vaya, una es dejar que pase el tiempo, en el correr de los minutos, nos vamos acostumbrando a vivir con ese dolor y poco a poco nos vamos olvidando el porqué esta allá, o simplemente dejamos de pensarlo para poder seguir viviendo.
La otra manera, la cual veo más factible es dejarnos llevar por nuestros sentimientos para cambiar de una vez por todas nuestra situación, con esto que quiero decir? Pues dejarlo que salga mediante el llanto por ejemplo, la paciencia, la calma y sobretodo como bien decía mi amiga Gigi (en su nota anterior), mediante el perdón, al otro y a uno mismo, que es imprescindible para seguir adelante..
Puede pasar que la solución venga de otro lado y que la dejemos entrar para que el dolor decida abandonarnos por completo, al menos en esta situación, porque sin pensarlo puede estar allí esperando otra oportunidad para atacar nuevamente!
Abrazos enormes!
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