La Maldición de Roberto

Una noche de diciembre el chico con el estaba saliendo, Martín me acompaño a la parada a tomar el bondi de vuelta a mi casa. Estuvimos como media hora esperando, porque nunca llevo conmigo los horarios así que salgo siempre a esperar que pase, lo cual no viene al caso.

El hecho es que estábamos en la parada muy acaramelados a los besos y abrazos, cabe resaltar que la relación iba muy bien hasta ese día… No había nadie más que nosotros dos en la parada hasta que a lo lejos se ve venir a un “personaje” eso es lo que era ese muchacho un personaje… 

Tendría unos 24 años más o menos supongo con un aspecto raro pero entre tanto amor no le preste mucha atención, hasta que de repente nos interrumpe con un “…por acá pasa el 148, ¿Lo vieron pasar?…” a lo cual yo no tenía idea pero Martín si y le respondió muy amablemente que si y que aún no había pasado. 

Nosotros seguimos en la nuestra y no pasaron 5 minutos y este “personaje” nos dice “…¿Les puedo decir algo?, Ojala que estén siempre juntos, y no se peleen nunca. Hacen re linda pareja…” acto seguido viene el 148 y se sube, Martín y yo esperando que se subo para reírnos y en cuanto puso un pie en el bondi largamos la carcajada, no entendíamos nada lo sucedido había sido rarisimo. 

Nos preguntábamos como se llamaría este muchacho tan simpático, nosotros decidimos llamarlo Roberto. 

A los pocos días mi relación con Martín se había ido al tarro de la basura todo mal . Después de mucho pensar y de mucha terapia con mis amigas caí en la cuenta de que el tan simpático Roberto no era más que un hechicero el cual con sus palabras nos había hecho una maldición. 

De Martín no supe más nada y aún sigo esperando volver a cruzarme a Roberto para decirle unas cuantas cositas. Si a vos que estás leyendo te paso alguna vez de cruzarte con Roberto ahora entenderás el porque de tu fracaso amoroso y si nunca lo cruzaste ten cuidado, nunca se sabe cuando Roberto puede aparecer…

Afra